lunes, 26 de diciembre de 2011

Generalidades sobre Parámetros de Calidad de Agua en el Acuario.

EL AGUA

Generalidades

Las características del agua dependen de su entorno. El agua de lluvia absorbe sustancias dañinas ya en la misma atmósfera. Al penetrar en el suelo y como agua subterránea vuelve a modificar su composición química, según el tipo y la contaminación de los estratos.

También debido al tratamiento del agua potable y a través de las tuberías de agua, pueden llegar al agua del grifo sustancias nocivas para los habitantes del acuario.

El agua corriente, generalmente, viene cargada de cloro y cloramina. El cloro es fácil de erradicar; una buena aireación previa a volcarla al acuario es suficiente si es que no se utiliza algún producto con ese fin; la cloramina, como muchos otros elementos secundarios como lo son colorantes, antimonio, arsénico, cromo, peróxido de hidrógeno, permanganato potásico, ciertos metales pesados, toxinas, etc, pueden removerse mediante el filtrado por carbón activado.

Pero el principio activo del carbón se irá agotando a medida que vaya reteniendo aquellas sustancias por lo que será imprescindible renovarlo frecuentemente. El ritmo de renovación estará dado por la cantidad de impurezas que hubieran estado presentes en el agua y la calidad del carbón.

Un término medio, para un carbón de buena calidad y a finde asegurarse un buen resultado, puede considerarse dentro de los veinte días de confiabilidad. Por otra parte, es frecuente leer que muchos acuaristas insisten en que al saturarse el carbón activado libera las toxinas retenidas, de regreso, al acuario. No obstante vale hacer dos aclaraciones. La primera es que el carbón activado no es un filtro biológico y la segunda es que no elimina nitratos, ni tampoco nitritos.

Debido a procesos biológicos y químicos, los parámetros del agua varían igualmente. Para que peces y plantas crezcan de forma óptima, las condiciones que ofrece el hábitat del acuario deben ser correctas y asemejarse a las de un biotopo natural intacto. El equilibrio biológico óptimo, y con ello el bienestar de peces y plantas, depende esencialmente de la calidad del agua.

La dureza total (GH / dH)

La dureza total del agua viene determinada por diversas sales - sobre todo por sales de calcio y magnesio. Si el porcentaje de estas sales es elevado, el agua es calificada de dura; si el contenido en sales es bajo, se trata de un agua blanda.

La dureza total influye de forma decisiva en las funciones orgánicas de todos los seres vivos en el agua. La dureza total favorable que permite mantener muy bien a la mayoría de los peces ornamentales oscila entre 6° dH y 16° dH (°dH = grado de dureza alemana: “deutsche hardness”). También es posible medir este valor en partes por millón (p.p.m.).

(KH)

El KH mide la alcalinidad como una cantidad equivalente de dureza de carbonatos y no el nivel de estos últimos. Un buffer (estabilizador de PH)  no tiene por qué ser alcalino en la naturaleza, donde también existen los tampones ácidos.

Los buffers trabajan absorbiendo los cambios al sistema por medio del “tamponamiento” del mismo, sea por la adición de un ácido o un álcali. Tener una reducida capacidad de buffer no asegura tener un pH bajo; pero es un indicio de que el sistema no puede absorber demasiado de alguno de ellos, (es decir, de un ácido o un álcali) y se mantendrá estable. Aunque, de todos modos, es cierto que los carbonatos y bicarbonatos son normalmente los tipos prevalentes de buffer que se encuentran en los acuarios, y sus efectos tienden hacia el lado alcalino de la escala pH.

Aparte de las ya mencionadas sales de calcio y magnesio, prácticamente todas las aguas contienen bicarbonatos, cuya presencia se refleja en el valor °KH, o grados de dureza de carbonatos.

A los bicarbonatos les corresponden  un papel importante en el acuario. Tienen el efecto de tampón de pH e impiden con ello una alteración demasiado fuerte y rápida del valor pH (como por ejemplo la caída de acidez). Al respecto, no deje de leer las consideraciones que se ofrecen más abajo.

Debido a la estrecha relación entre el valor KH y el valor pH, la dureza de carbonatos tiene igualmente una influencia directa sobre el bienestar de todos los organismos en el agua del acuario.

Se recomienda un valor KH entre 3° dH Y 10° dH para la mayoría de los peces de agua dulce.

Testers de KH:

Los testers de KH usualmente se basan en los ácidos. Esto implica que cuando se comienza con una muestra y lentamente (goteo) se le añade un ácido de una conocida y específica concentración, el pH cambia en proporción a cada nueva adición (gota) del ácido.

El buffer “absorberá” el incremento de iones de hidrógeno causando que la concentración iónica se incremente conjuntamente con una reducción (cuantificable) del pH. El cambio de color que se manifiesta en la muestra es un mero indicador acídico. Una vez que el buffer alcalino se ha agotado es cuando aparece el incremento de iones de hidrógeno, haciendo que en la solución ahora ácida, el color aparezca. Si el color cambia, solamente indica que hubo incremento en la acidez. Por lo tanto, no es necesario determinar diferencia de color (por comparación)  resultante, como en otro tipo de testers.

Por medio del conteo de las gotas de ácido hasta que el buffer sea agotado, cambiando el color de la muestra (lo que indica un incremento en la acidez), es posible saber cuantos iones de hidrógeno fueron añadidos (y absorbidos) en procura de agotar aquel buffer. Conocer esto y cuanto carbonato es necesario para absorber esos iones es un factor de conversión directo. Esa es la más importante razón por la que el KH es medido en cantidades equivalentes de carbonatos, y el motivo por el que la mayor parte de las veces es referido como “alcalinidad”.

Si estuvimos midiendo la capacidad de un buffer ácido, como los fosfatos, la situación será inversa: un álcali podría ser añadido hasta que el indicador señale un incremento del pH, significando una disminución en la concentración de iones de hidrógeno o un incremento de la concentración de iones de hidróxido. Entonces, podríamos hablar de un test de “acidez”.

Estas pruebas no estan disponibles en Honduras,se pueden pedir por internet por un precio de no mas de 15 dolares

Grado de acidez (pH)

El valor pH resulta de todas las materias ácidas y básicas disueltas en el agua que bien acidifican el agua o la convierten en alcalina.

El agua con un valor pH de 7 es denominada neutra. En este caso, los componentes ácidos y alcalinos están en equilibrio. Tanto más ácidos, cuanto más bajo es el valor pH.

Tanto más bases, tanto más aumenta el valor pH. Conviene que usted verifique el valor pH por lo menos una vez a la semana. Para casi todos los peces ornamentales en acuarios de agua dulce, se consideran apropiados valores pH entre 6,5 y 8,0. Queda claro que siempre nos venimos refiriendo a valores indicados para mantenerlos vivos, lo que no implica que estén a gusto ni, mucho menos, que no sufran un fuerte stress al no vivir en un medio adecuado a su especie. Los peces procedentes de ríos tropicales de agua negra prefieren agua blanda con valores pH entre 6,0 y 7,0. Los cíclidos de Africa Oriental se encuentran perfectamente a gusto en aguas más duras, cuyo pH oscila entre 7,5 y 8,5.

El valor pH en el acuario depende directamente de la dureza de carbonatos y del contenido en dióxido de carbono (CO2). Si se modifica la dureza de carbonatos o el contenido en CO2, se cambiará automáticamente el valor pH.

Relación GH / KH / pH

El GH (General Hardness), o Dureza Total, es una medida de los compuestos alcalinos presentes en la Tierra, y solo considera a los cationes (porciones de carga positiva) de la molécula. No lleva la cuenta de cuál es la capacidad de buffer del agua, por lo que su nivel, sea alto o bajo, no tiene relación con las mediciones de pH.

Los dos tipos de mayor prevalencia son, efectivamente, calcio y magnesio, pero estos pueden no añadir mayor capacidad de buffer al agua. Inversamente, 250 ppm de carbonato de sodio señalaría un agua muy tamponada, pero sus cationes de sodio no se registrarían en un test de GH. El cloruro de sodio afectaría a la totalidad de sólidos disueltos sin afectar al GH o al KH.

El añadir bicarbonato de sodio es un método ampliamente reconocido para incrementar la capacidad de buffer para estabilizar el pH. A propósito, es necesario un mínimo de 4-5 KH u 80-100 ppm para estabilizarlo. Valen ciertas advertencias contra el bicarbonato, en estos casos, con motivo del agregado de sodio. Algunos entienden que la utilización de resinas para ablandar es uno de los métodos más baratos. Ellas intercambian dos iones de sodio (arrojándolos al acuario) por cada uno de calcio y magnesio tomados del agua.

Por lo tanto, si bien las mediciones pueden arrojar lecturas de agua blanda, no consideran el agregado de minerales presentes en la forma de sales de sodio, que muchos peces no solamente no necesitan, sino que los dañan. Por lo tanto, añadir bicarbonato solamente podría complicar la cuestión.

Es recomendable incrementar el KH mediante el uso de formas lentas de dilución de carbonatos de calcio, tales como las decoraciones de piedra caliza, mezclas parciales en el sustrato con arena o grava calcárea (corales) o colocando unos pocos caracoles u ostras en el tanque o en el filtro.

Amoníaco, nitrito y nitrato (NH3, NO2, NO3)

A través de los excrementos de los peces así como restos de plantas y de comida, el agua del acuario recibe combinaciones de nitrógeno que son desintegradas en varias fases.  Ya sea a causa de la respiración de los peces, o por la materia fecal metabolizada por las bacterias, en primer lugar se forma el amoníaco, que es tóxico, o el amonio no tóxico en una proporción que depende del pH.

Mientras que con valores pH superiores a 7,0 aumenta la formación de amoníaco, con valores pH más bajos se forma el amonio no tóxico. Este último es el producto residual del catabolismo proteico. Si el pez ingiere mas proteínas que las que utiliza para construir su propia estructura proteica (colágeno, músculos, etc.) las aplicará en la producción de energía metabólica; de esa manera, se incrementará la lectura de amonio excretado.

Toda proteína no ingerida por el pez será “comida” por las bacterias rápidamente. ¿Entonces? Podrá notarse un incremento en los valores de amonio, nitratos y nitritos. Por lo tanto, cuantas más proteínas se agreguen al acuario, mayor será el nivel de nitratos. Por supuesto que, existiendo un buen filtrado en el tanque, no debiera haber lecturas de nitritos.

Si se trata de peces sensibles, un contenido de amoníaco de 0,1 mg/l durante un tiempo prolongado puede tener ya efectos dañinos. Ya con una concentración de 0,5 mg/l, pueden darse casos de muerte de peces. Las nitrobacterias del género nitrosomas, que se anidan en el filtro del acuario, desintegran el amoníaco o el amonio (producido por desechos orgánicos), convirtiéndolos en nitrito.

El nitrito es igualmente muy nocivo para los peces en el acuario. Cuide por ello de que haya un filtraje biológicamente activo, ya que sólo los acuarios con un sistema de filtraje intacto garantizan concentraciones de nitrito inferiores a 0, 1 mg/l.

El contenido en nitrito es consumido por las nitrobacterias y no debe rebasar 0,25 mg/l. durante un tiempo prolongado, dado que ya un valor de 0,5 mg/l puede ser problemático para sus peces de agua dulce.

Durante la última fase de desintegración, las nitrobacterias convierten el nitrito en nitrato, que es relativamente inofensivo. El nitrato sirve, entre otros, como sustancia nutritiva para las plantas; sin embargo, en concentraciones demasiado elevadas es pernicioso para sus peces ornamentales y plantas y fomenta el molesto crecimiento de algas. La forma de eliminarlo es mediante el cambio parcial de agua.

Con un contenido de nitrato de 25 mg/l, el agua se considera contaminada; entre 50 mg/l  y 100 mg/l, se recomienda una renovación parcial y si es superior a 100 mg/l, es necesario cambiar el agua en proporciones mayores.

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